Hombro doloroso

Hombro doloroso

El hombro, la articulación más m-vil del esqueleto, puede hacerse doloroso y rígido como consecuencia de lesiones en las estructuras que lo forman, las cuales pueden ser tratadas inicialmente con medicamentos y fisioterapia o mediante intervenciones quirorgicas para reparar las estructuras dañadas.

¿Cómo está formado el hombro?
Esta es una articulación constituida por tres huesos: la clavícula, el omoplato o escápula y la parte superior del homero, que es el hueso del brazo

El movimiento y buena parte de la estabilidad del hombro están dados por cinco mosculos que en conjunto se conocen como el manguito rotador, y son, como su nombre lo indica, responsables de la rotación, colaborando además, en la elevación del brazo hacia adelante (flexión) y hacia el lado. Otros mosculos importantes son el deltoides y el pectoral mayor; la acción conjunta de todos los anteriores hace del hombro la articulación con mayor movilidad en el esqueleto humano

Se encuentran también en el hombro unas estructuras básicas para su estabilidad, conocidas como ligamentos, cuya función es unir entre sí los huesos, manteniéndolos en posición normal. Aunque en términos prácticos el hombro conforma una sola articulación, en realidad está formado por cuatro superficies articulares (o elementos que encajan en forma precisa), que contribuyen a la amplia movilidad de esta región, siendo el más importante de estos el formado por el omoplato o escápula y la cabeza del homero


Figura 3.
Representación esquemática del pinzamiento subacromial. Obsérvese que el espacio subacromial está disminuido, produciéndose el pinzamiento.

¿Cuándo se produce dolor en el hombro?
La lesión de cualquiera de las estructuras que componen el hombro puede producir dolor y limitación para su movilidad y las causas de estas lesiones pueden ser muy numerosas. A continuación mencionaremos las principales: El "atrapamiento" de los tendones del manguito rotador entre el acromión, que es la parte más externa de la escápula, y la cabeza del húmero, constituye una de las causas más común de dolor en esta zona (figura 3).

La sensación molesta generada se empeora con la elevación del hombro, por lo cual este movimiento se hace progresivamente doloroso y con el tiempo, incluso se presenta con el brazo en reposo.

El anterior problema se denomina pinzamiento subacromial (ya que es el atrapamiento de los tendones por debajo del acromión); en forma usual se acompaña de algún grado de inflamación, y en circunstancias extremas puede presentarse ruptura del mismo tendón.

Otra frecuente causa de dolor en el hombro, principalmente en pacientes ancianos y en aquellos que sufren enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide es el desgaste del cartílago del hombro, llamado artrosis, la cual es un trastorno progresivo que con el tiempo gerarará gran limitación para la movilidad

Una causa importante, aunque menos común de artrosis, es la que resulta como consecuencia de fracturas en la región, las cuales afectaron la articulación, generando daño y la cicatrización irregular en el cartílago. En cuanto a lesiones traumáticas, el daño sufrido en el hombro durante accidentes de diversa índole es también una causa importante de molestias en esta región en personas de todas las edades; en jóvenes son más frecuentes los accidentes deportivos, en especial en aquellos denominados "de contacto", donde se producen choques violentos entre los participantes como el fotbol americano y la lucha.


Figura 5.
Diversas lesiones traumáticas del hombro. A. Fractura de la escápula y del húmero. En B, el hombro se encuentra luxado y la cabeza del homero está fuera de su situación anat-mica normal.

Las lesiones presentadas tienen severidad variable y pueden ir desde fracturas de cualquiera de los huesos de la región (siendo la clavícula el hueso afectado con mayor frecuencia), hasta luxaciones (o dislocaciones, término que significa "salirse" de la articulación) (figura 5).

Otras lesiones traumáticas pueden comprometer los tendones, como el del ya mencionado manguito rotador, desgarros musculares, rupturas en tendones de mosculos de la región como el bíceps, tríceps, deltoides.


Tabla

Por último, cabe considerar condiciones que con menor frecuencia pueden producir molestias en la articulación, como infecciones y tumores; sin embargo, los síntomas en estos casos son diferentes a los observados en las enfermedades ya mencionadas (tabla).

¿Cuándo consultar al médico?
Con frecuencia una persona puede sufrir molestias transitorias de la articulación debidas a traumatismos leves o a ejercicios desacostumbrados, las cuales mejorar con algunos días de reposo y la administración de medicamentos analgésicos. Es aconsejable consultar al médico cuando el dolor no cede en un tiempo prudencial o cuando se presentan otros síntomas como inflamación, fiebre o exista deformidad.

Una vez en la consulta, el médico ortopedista analiza las características de los síntomas, la intensidad y periodicidad del dolor y los movimientos que lo agravan o lo mejoran. Por ejemplo, aquellos pacientes que presenten dolor nocturno y que aumenta el flexionar el hombro, dificultando actividades de la vida diaria como vestirse o alcanzar objetos en sitios elevados, es probable que presenten un pinzamiento; por el contrario, personas cuyo dolor es más intenso al palpar los tendones del manguito rotador, presentan, en la mayoría de casos, una tendinitis del manguito.

El examen físico permite detectar algunos signos especiales característicos de los diversos problemas, determinar los puntos dolorosos y valorar en qué medida está limitada la movilidad del hombro. El ortopedista podrá ordenar, si lo considera necesario la realización de algunos exámenes adicionales, como radiografías o pruebas más especializadas para valorar la articulación como la artrografía, que consiste en la inyección de medio de contraste en la articulación, para luego tomar una radiografía y así poner en evidencia la presencia de rupturas del manguito rotador.

Otros exámenes de utilidad son la ecografía, tomografía axial computarizada (TAC) y resonancia magnética, que permiten ver en detalle el esqueleto y los tejidos blandos del hombro. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos bastará el examen clínico y las radiografías para llegar a un diagnóstico preciso e iniciar el tratamiento indicado. Como en casi cualquier otro problema del organismo, el tratamiento depende de la duración y severidad de los síntomas y de la presencia de otras condiciones asociadas y la respuesta a tratamientos previos. En la mayoría de los casos es conveniente iniciar el manejo con medicamentos analgésicos tipo acetaminofén o antiinflamatorios como diclofenac, piroxicam o ibuprofeno; en pacientes con antecedentes de gastritis o olcera es conveniente emplear nuevos medicamentos que mejoren el dolor sin atacar la mucosa gástrica, como celecoxib o rofecoxib.

Un periodo breve de inmovilización puede ser conveniente en pacientes que han sufrido cualquier tipo de traumatismo, pero no se aconsejan inmovilizaciones prolongadas, debido a que pueden dejar como secuela una rigidez importante, en especial en pacientes ancianos. Algunas medidas locales como calor, frío y la realización de un programa completo de terapia física con seguridad brindarán un alivio adicional, aunque no siempre puede lograrse una mejoría completa de los síntomas. Otras alternativas terapéuticas a la mano del ortopedista incluyen la realización de infiltraciones, que son la inyección intraarticular de un medicamento anestésico y opcionalmente de un corticoide, de mayor utilidad en pacientes con pinzamiento, lo cual puede lograr una mejoría de los síntomas de duración variable.

¿Cuándo deben realizarse cirugías?
Cuando hayan fracasado los tratamientos previos, puede recurrirse a las cirugías para reparar las estructuras lesionadas. Existe una gran variedad de intervenciones quirorgicas, dependiendo de la naturaleza y severidad de la lesión; en algunos casos, la reparación puede realizarse mediante artroscopia, la cual es un procedimiento que genera menor trauma que la cirugía convencional. Algunos pacientes con desgaste avanzado del hombro, denominado osteoartrosis, pueden beneficiarse de la realización de un remplazo articular, procedimiento en el cual se reemplaza la parte lesionada, generalmente la cabeza del homero y la parte de la escápula con la cual esta se articula, por un componente protésico metálico o de polietileno, tratamiento que también es posible en algunos tumores, según su localización.

Consejos prácticos

  • Si ha sufrido una lesión del hombro no permita que personas sin entrenamiento (o "sobanderos") le realicen ningún tipo de procedimiento o manipulación, ya que pueden agravar las lesiones existentes.
  • Suspenda de inmediato cualquier tipo de actividad deportiva que se encuentre realizando y no intente "forzar" la articulación, ya que puede igualmente aumentar la severidad de las lesiones.
  • Consulte al servicio de urgencias si el dolor persiste a pesar de haber suspendido la actividad o si presenta deformidad o hinchazón.
  • Si presenta un dolor persistente que no se ha originado por una lesión, no intente "convivir" con él ya que el éxito del tratamiento dependerá en buena medida de su inicio temprano y oportuno.
  • Evite realizar movimientos que sabe van a producirle dolor. Por ejemplo evite elevar el brazo por encima de la horizontal si este movimiento le causa molestias. Realizar movimientos "forzados" puede acrecentar las lesiones.

Glosario
Acromión: parte más lateral de la escápula.

Artroscopia:
operación en la cual es posible revisar el interior de una articulación, inspeccionándola con ayuda de pequeños lentes que ingresan a través de mínimas incisiones.

Artrosis: desgaste o pérdida parcial o completa del cartílago de una articulación, que trae como consecuencia dolor y limitación para su movilidad.

Cartílago:
tejido especializado que reviste las articulaciones permitiéndoles un movimiento prácticamente libre de fricciones, gracias a la ayuda adicional del líquido sinovial que le brinda lubricación.

Homero: hueso del brazo.

Manguito rotador: conjunto de tendones, cinco en total, que realizan movimiento de rotación del hombro. Se originan en la escápula y se insertan en el homero.

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