La homeopatía

La homeopatía
(del griego homoios, ‘similar’ y pathos ‘sufrimiento’) es un controvertido sistema de medicina alternativa, que emplea remedios carentes de ingredientes químicamente activos. La teoría de la homeopatía fue desarrollada por el médico sajón Samuel Hahnemann (1755-1843), y se publicó en 1796. Tiene una amplia y creciente popularidad en las áreas en las que se practica, pero sus fundamentos empíricos y teóricos no son aceptados por ninguna organización científica o médica importante. La mayor parte de los científicos, epistemólogos y filósofos de la ciencia, como Mario Bunge, consideran que la homeopatía, al igual que el psicoanálisis o la astrología, es una pseudociencia.
Base teórica
La teoría de la homeopatía sostiene que los mismos síntomas que provoca una sustancia tóxica en una persona sana pueden ser curados por un remedio preparado con la misma sustancia tóxica, siguiendo el principio enunciado como similia similibus curantur (‘lo similar se cura con lo similar’).
El concepto homeopático de enfermedad difiere del de la medicina convencional: se cree que la raíz del mal es espiritual en vez de física, y que el malestar se manifiesta primero con síntomas emocionales (como ansiedad y aversiones), pasando a ser, si no se tratan a tiempo, síntomas mentales, conductuales y por último físicos. Dado que se piensa que el proceso comienza mucho antes de que aparezcan los síntomas físicos, se deduce lógicamente que las bacterias y los virus deben ser efecto, y no causa, de la enfermedad.
Remedios homeopáticos
La Materia Médica Pura es un listado de síntomas asociados a sustancias. Se redactó empíricamente mediante ensayos homeopáticos. Por ejemplo, el investigador bebe una dosis tóxica de la sustancia y anota todos los síntomas físicos, mentales, emocionales y de comportamiento que padece. El repertorio homeopático es un listado de remedios y síntomas recopilado de esta forma y utilizado para determinar el remedio más apropiado para cada caso. James Tyler Kent, que publicó su repertorio en 1905, recoge unos 700 remedios diferentes. En la actualidad, se usan cerca de 3.000 remedios diferentes en homeopatía, de los cuales 150 se consideran de uso común.
La preparación de los remedios homeopáticos, conocida como dinamización o potenciación, consiste en una serie de diluciones seguidas de agitaciones, diez fuertes sacudidas contra un cuerpo elástico tras cada proceso de dilución. Se cree que la vigorosa agitación que sigue a cada dilución transfiere parte de la esencia espiritual de la sustancia al agua. El factor de dilución de cada etapa es, tradicionalmente de 1:10 (potencia D o X) o de 1:100 (potencia C), aunque recientemente se han realizado potencias DM (factor de dilución de 1:50.000 en cada etapa).
La elección de la potencia prescrita depende de cuán asentada esté la enfermedad diagnosticada, siendo 12 el punto de partida típico para males agudos, y 30 para males crónicos. El factor de dilución se considera mucho menos importante que el número de diluciones sucesivas. Las potencias D son, por lo general, las preferidas en Europa, mientras que las C prevalecen en los Estados Unidos e India.
El proceso de dilución
La homeopatía define la potencia de sus remedios de acuerdo al número de diluciones: cuanto más diluidos estén, más potentes son. El proceso de dilución se llama potenciación. La potencia se define como un número, de modo que cuanto más alto sea el número, la dilución es mayor. 30×, por ejemplo, está más diluido (por lo tanto, de acuerdo con la homeopatía, es más potente) que 10×. Esto contrasta con la medicina convencional y la bioquímica, que dicen que cuanto más ingrediente activo esté presente en un medicamento más fuertes serán los efectos fisiológicos (positivos y negativos).
Algunos defensores de la homeopatía creen que mientras las diluciones más bajas tienen mayor efecto fisiológico, las diluciones más altas presentan mayores efectos en el plano mental o emocional. Incluso los críticos están de acuerdo en que un mayor factor de dilución probablemente presenta ventajas a la hora de vender el preparado, puesto que asegura su inocuidad.
Gran parte de la controversia en torno a la homeopatía se centra en el mecanismo por el que supuestamente actúan estas sustancias tan diluidas. Los críticos afirman que las sustancias homeopáticas están tan diluidas que difícilmente contengan la sustancia diluida, esto es, no hay moléculas de la sustancia «activa» en las diluciones más «potentes». Por otro lado, los defensores de la homeopatía dicen que el mecanismo es irrelevante, porque funciona; citan el ejemplo de la aspirina, que se ha utilizado durante años sin saber cómo actuaba. Los críticos responden que hay una diferencia fundamental entre no entender el mecanismo de una medicina probada, y no encontrar ningún mecanismo para un preparado de eficacia no probada. Mientras tanto los estudios no despejan la controversia, porque la ausencia de efectividad comprobable suele ser achacada por los partidarios a la supuesta inadecuación de los métodos de ensayo clínico a la homeopatía, que atendería casos únicos y no problemas parametrizables, el tipo que puede investigarse científicamente. El fracaso es completo también en intentar proponer un mecanismo de acción que concilie las afirmaciones de la homeopatía con los conocimientos actuales de física, química y biología, con los que son incompatibles.
Historia de la homeopatía
En su origen, la homeopatía fue un método de tratamiento de enfermedades ideado por el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843) a finales del siglo XVIII y principios del XIX, que surgió como respuesta al sistema alopático o alopatía, que trataba a las enfermedades mediante medidas extremas, como purgantes y sangrías. Existe una confusión incluso entre los mismos médicos no homeópatas, de asemejar la medicina moderna con la alopatía, pero esto es incorrecto. Como dijimos, la alopatía fue un sistema, hoy en desuso, basado en medidas heroicas, que creó el clima para el desarrollo de la Homeopatía. La medicina moderna, en cambio, basa su enfoque terapéutico en el método científico, por lo que su herramienta terapéutica medicamentosa se denomina farmacología, y no alopatía. La homeopatía como sistema fue refinada de modo significativo y popularizado por el estadounidense James Tyler Kent. Se basa en la teoría de que cada elemento, planta y compuesto mineral puede, si se ingiere o aplica, producir ciertos síntomas. Hahnemann creía que, diluyendo estas sustancias de un modo sistemático, alcanzaría la verdadera esencia de la sustancia. Hahnemann describió este proceso de dilución como «potenciación» (en alemán, potenziert) de la sustancia. Estas cantidades diluidas podrían usarse para tratar todos los síntomas que se sabe que producen.
Hahnemann y sus estudiantes se aproximaron a sus tratamientos de un modo holístico, lo que significa que trata el cuerpo y el espíritu como un todo, no sólo la enfermedad detectada. El propio Hahnemann permaneció largas temporadas con sus pacientes, preguntándoles no solamente por sus síntomas o enfermedades, sino también detalles sobre sus vidas cotidianas. Se dice que el modo amable de actuar de los homeópatas es una reacción a los métodos violentos de la medicina de entonces, que incluía técnicas como la sangría como algo cotidiano.
De acuerdo con los homeópatas, la medicina convencional ve los síntomas como signos de enfermedad (aunque algunos científicos actuales ven en esto una descripción simplista). Los modernos tratamientos intentan combatir la enfermedad eliminando la causa de los síntomas. Según la homeopatía, sin embargo, los síntomas son en realidad la forma que tiene el cuerpo de combatir el mal. La homeopatía enseña que esos síntomas deben ser potenciados prescribiendo un remedio en minúsculas dosis el cual, en grandes dosis, produciría los mismos síntomas que presenta el paciente. Estos remedios pretenden estimular el sistema inmunitario, colaborando en la curación.
Críticas a la homeopatía
Falta de evidencia de su eficacia terapéutica
Muchos consideran la homeopatía como un residuo pseudocientífico de la época de la alquimia. Los resultados atribuidos a la homeopatía se pueden explicar por el efecto placebo. Afirman que los remedios homeopáticos han sido científicamente probados (en lo que se llama experimento de «doble ciego» para controlar el efecto placebo) muchas veces, y en unos pocos de esos estudios se han producido resultados ligeramente positivos. La mayoría de los científicos atribuyen esto a la casualidad, porque los resultados no son apenas medibles, ni los ensayos son reproducibles, y porque hay muchos más experimentos fallidos. Además, la manera en la que se desarrollan estas pruebas indica que una pequeña parte de ellas dan falsos positivos. Por lo general, los resultados están protegidos estadísticamente, pero cuando se hacen muchos experimentos, puede aparecer alguno con resultado positivo por casualidad.
Falta de consistencia lógica
Otra crítica a la homeopatía es su inconsistencia lógica. Esta teoría asume que el agua de algún modo «recuerda» las propiedades químicas de las moléculas que alguna vez estuvieron en contacto con ella. En esta práctica se diluye la solución original hasta el punto de que al final no hay moléculas de la misma, aunque afirman que el agua retiene algunas propiedades químicas de la molécula. Si fuera así, ¿cómo se obtuvo el agua pura que se usa en este proceso? El agua que los propios homeópatas usan estuvo anteriormente en contacto con otros componentes, incluso de residuos químicos, orina, metales radiactivos y venenos varios. De acuerdo con la teoría homeopática, toda el agua del mundo debería «recordar» su contacto con millones de sustancias químicas. En la práctica, dicen los científicos, el agua homeopática no recuerda absolutamente nada, excepto las propiedades de los componentes que los homeópatas dicen que contienen.
































LOS MEDICAMENTOS
HOMEOPÁTICOS

Naturaleza y origen:

Los medicamentos homeopáticos tienen su origen en sustancias puras simples provenientes de los tres reinos, mineral, vegetal y animal. Estas sustancias base son luego sometidas a un doble proceso, de dilución y de dinamización o potentización que convertirá y activará estas sustancias base en medicamentos homeopáticos. Por eso se llaman dosis infinitesimales, por que la dilución es muy alta y aún así y más aún siguen produciendo efecto, que a mayor dilución mas profunda será su acción curativa en el enfermo.
La forma de presentación puede ser en glóbulos o gotas mayormente y en general vienen envasados en frascos color caramelo.
El nombre del medicamento siempre será el nombre genérico de la especie, por lo que es un nombre universal igual en todas partes del mundo, seguido al lado por un número que es el grado de dilución o potencia del medicamento y a la derecha una letra que será X para decimal, C para centesimal y LM para cincuentamilecimal,. , que será la escala utilizada para diluir las sustancias, que luego al dinamizarlas o potentizarlas mediante fuertes sucuciones (golpes al frasco o contenedor), se convertirán en respectivos medicamentos homeopáticos.
Modo de acción:


Principio de acción y reacción:

Decíamos anteriormente que existen dos formas de curar, una a través de los opuestos en la que el medicamento produce el efecto contrario al síntoma (ej. Antiinflamatorio) que es el método de la medicina tradicional y otra que es a través de los similares, en la el medicamento va a favor de síntoma (homeopatía). Claro que al hacer esto el medicamento esta en realidad estimulando la vitalidad celular general de todo el enfermo y no solo limitándose a sofocar el síntoma en particular.
También decíamos que la vitalidad celular se va deteriorando conforme la enfermedad se va prolongando en el tiempo, y la célula trata de acomodarse a un nuevo equilibrio en la que pueda mantenerse más o menos estable, pero sin poder volver al estado anterior de perfecta salud.
Los medicamentos homeopáticos actúan sobre esa fuerza vital celular enferma y debilitada haciéndola reaccionar por si misma a través de un estímulo concreto. Esta reacción parece despertar a esta fuerza vital dormida impulsándola nuevamente a niveles de energía mayores, que eran los anteriores a la actual enfermedad o muy próximos a esto dependiendo del grado de deterioro orgánico del paciente.
Grandes dosis de medicamentos suprimen la reacción vital (ley de los opuestos) y pequeñas dosis estimulan.(ley de los semejantes)
Esta reacción vital es suficiente para despertar y desencadenar una reacción automática de autocuración que afectará a todo el organismo ordenándolo en todas sus áreas enfermas y en todos sus niveles. Por otra la dilución infinitesimal del medicamento nos aseguran la ausencia de todos los efectos adversos, secundarios o indeseables derivados dela toxicidad de la sustancia (en estado no diluido).
Ley de curación de HERING:
Una vez despertada la reacción vital celular de autorreparación la naturaleza seguirá sus propias reglas las que por su puesto la homeopatía respeta y aprovecha.
Constantino Hering, médico alemán perteneciente al Ministerio de Salud de su país, fue enviado para desacreditar a la homeopatía, pero en el proceso lejos de ir en contra descubrió, experimentó, y usó medicamentos homeopáticos para tratar sus pacientes escribiendo informes favorables a la homeopatía que la sostenían en sus fundamentos y principios.
Además aporto una última observación que rápidamente se convirtió en un nuevo principio, que en la naturaleza, todos los organismos vivos se curan cuando los síntomas van del centro a la periferia, de la mente a la piel, de lo más profundo a lo más superficial, de arriba hacia abajo.
Cuando se bloquea este proceso curativo oponiéndose a la dirección que manifiesta la energía vital circulando por el organismo, mediante el tratamiento superficial de los síntomas, o por el método de los opuestos en la que las grandes dosis masivas de medicamentos (alopáticos) actúan por sí mismos sin dejar actuar al propio organismo, sucede que los síntomas orgánicos desaparecen, pero no la enfermedad en toda su magnitud, ya que ha sido tratado en un solo aspecto y no globalmente ese enfermo. A esta acción concreta se la llama supresión. Cuando la supresión se realiza sistemáticamente el enfermo profundiza su afección haciéndola cada vez más incurable y dejando expuestos los órganos vitales a sufrir enfermedades graves.
BASES Y PRINCIPIOS DE LA HOMEOPATÍA
La homeopatía está basada en cuatro principios fundamentales:
Principio de similitud:
El principio fundamental sobre el cual se apoya la homeopatía, es el principio de similitud. Hahnemann en el siglo XVIII se da cuenta en sus repetidas observaciones, que existen dos maneras básicas de curar:
a través de la ley de los opuestos y a través de la ley de los similares.Observa que se puede tratar una enfermedad oponiéndose al síntoma, como por ejemplo cuando usamos antiinflamatorios para tratar una inflamación. Esta es la forma que utiliza la medicina convencional y se basa en mitigar el síntoma mediante su supresión directa, actuando solo en forma parcial.
En la otra forma, curar por los similares que es el que utiliza la homeopatía,el medicamento actúa en la misma dirección que lo hace la enfermedad, participando al organismo en la curación mediante una reacción de estimulación celular. En este caso el medicamento no se impone sobre el síntoma suprimiéndolo, si no que al despertar una reacción de autocuración el síntoma desaparece debido a la acción concreta del propio organismo, haciendo un tratamiento más profundo y general.
Principio de experimentación en el hombre sano:Hahnemann, al observar este fenómeno su curiosidad científica lo llevó a experimentar en sí mismo con la quina y luego con varios medicamentos más. Entonces se dio cuenta que la similitud de los síntomas producidos experimentalmente en un hombre sano, en este caso él mismo, eran los que el medicamento podía curar luego en el enfermo basándose en la similitud de los síntomas diagnosticados en el mismo.
Así la quina, fue la primera sustancia que experimento en el mismo y esto lo animó para experimentar en él y luego en otros voluntarios distintas sustancias descubriendo así el poder curativo de varios nuevos medicamentos, que en la actualidad ya son más de dos mil.

Principio de la dosis infinitesimal:
En sus experimentaciones con sustancias Hahnemann tuvo que ir disminuyendo la cantidad o dosis ingerida para evitar los efectos nocivos de las mismas, para lo cual comenzó a diluirlas en agua cada vez más hasta casi no quedar nada de ellas,. Como el efecto de las sustancias durante la experimentación eran cada vez más suaves y limitados decidió además agitar el frasco en forma de fuertes golpes o sucuciones que para su asombro, descubre que las sustancias diluidas siguen teniendo efecto y además aparecían ahora virtudes escondidas en las sustancias que se manifestaban a través de síntomas experimentales en voluntarios sanos, que también incluían la esfera de lo mental y emocional. Resumiendo, Hahnemann había descubierto que diluyendo la sustancia disminuía su concentración al mismo tiempo que sus efectos nocivos (propios de cada sustancia, según concentración) y que además si los agitaba o dinamizaba, estos adquirían nuevas propiedades curativas (ocultas mientras estaban en estado crudo o natural).

En realidad, si no fuese por los fuertes golpes que le imprimía al frasco entre cada dilución (dinamización), esa acción medicamentosa no hubiera existido jamás. Podemos afirmar que una vez cruzado ese limite de dilución si no se dinamiza o agita el medicamentos con fuertes golpes entre cada dilución este lejos de aumentar su acción, desaparecerá.
La DINAMIZACIÓN, produce un doble efecto en la sustancia que se esta diluyendo y agitando. Por un lado, la dilución esta disminuyendo constantemente la materia o soluto por lo que químicamente se convierte en inocuo, pero en general por efectos de la agitación o sucución en la que se propinan fuertes golpes al frasco con la sustancia en preparación, el medicamento se hace más efectivo y profundo en su acción por que se va energizando cada vez más, no solo actuando en el plano físico, sino llegando a ordenar aspectos profundos de la personalidad y emociones de enfermo.
Este nuevo nivel de acción de las sustancias, diluidas y potentizadas fue descubierta por Hahnemann hace 200 años, lo cual le dio origen a la HOMEOPATÍA. Actualmente solo la física cuántica puede explicar lo que la experiencia ya viene confirmando desde hace más de 200 años. La acción de los medicamentos homeopáticos no pueden ser explicados por las leyes de la química y física convencional. Los avances en la física y la revolución de todos los conceptos sobre la materia, la energía y el espacio tiempo relativo sobre lo cual trabajó Albert Einstein y sucesores empiezan a darle sentido a un universo que funciona de un modo inesperado y contrario a los razonamientos y creencias habituales..La homeopatía funciona y está basada en principios científicos sólidos y demostrables y está comenzando una era en la que la ciencia tradicional empieza a estudiar más de cerca a esta ciencia bicentenaria.
Principio del medicamento único Hahnemann afirmaba categóricamente que si la experimentación en el hombre sano se hacía con un solo medicamento a la vez para de ese modo conocer su acción particular y específica sobre cada experimentador a través de los síntomas que produjera esa patogenesia, también se debería prescribir un solo medicamento en la consulta cuando al tomar los síntomas del enfermo estos fueran similares al del medicamento experimentado previamente en el experimentador sano.
De esta manera se podía prescribir un medicamento en forma segura y efectiva. Aún en la actualidad la homeopatía unicista se basa en la prescripción de un solo medicamento a la vez, salvo algunas excepciones en la que forzosamente se debe agregar algún otro para movilizar la reacción curativa cuando esta se halla bloqueada o en ciertos casos especiales.Pero en líneas generales la combinación multimedicamentosa no es una propiedad de la homeopatía, al menos no en el unicismo, ya que cuando comienza la reacción curativa despertada por el medicamento en el enfermo, si se dan varios medicamentos para tratar un mismo problema no se sabrá nunca cual es el medicamento que actuó y se corre el peligro que los medicamentos se antidoten entre sí no obteniendo un buen resultado en el tratamiento homeopático.

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