Osteoporosis

Osteoporosis, enfermedad para prevenir
La osteoporosis, una enfermedad silenciosa que puede pasar desapercibida durante mucho tiempo, es en la actualidad una profunda carga financiera para los sistemas de salud, puesto que el costo de la atención de fracturas, su principal complicación, demanda gastos por concepto de atención hospitalaria, domiciliaria y de rehabilitación. Como si esto fuera poco, la disminución en la calidad de vida del paciente con osteoporosis es evidente, al punto que muchos pacientes, especialmente ancianos, quienes por esta causa han padecido fracturas de fémur, fallecen dentro de los dos primeros años luego del evento, debido a complicaciones derivadas directa o indirectamente de la lesión.
No todos los países del mundo llevan una estadística confiable que permita saber que tan frecuente es el problema. No obstante, se sabe que tan sólo en Estados Unidos, más de 28 millones de personas la padecen, de las cuales 80% son mujeres.
¿Qué es la osteoporosis?
La palabra significa “hueso poroso”, una representación idiomática muy adecuada para describir lo que ocurre en esta enfermedad (figura 1). El trastorno principal es la disminución de la cantidad de calcio presente en los huesos, dándole a estos una consistencia mucho menos firme que la del hueso sano y haciéndolos por consiguiente más propensos a presentar fracturas, aún en el caso de traumas mínimos, que no ocasionarían daño alguno en un hueso normal.

Figura 1. Representación esquemática de la composición microscópica del hueso sano y el hueso de una persona con osteoporosis. La pérdida de calcio le da una consistencia más débil al hueso osteoporótico.
¿Cómo está compuesto el hueso normal?
El hueso sano está compuesto en un 35% por una matriz de tejido conectivo, cuyo principal componente es el colágeno. Ese es una proteína fibrosa que crea una especie de “andamio”, sobre el cual se deposita el 65% restante del componente óseo. Se trata de compuestos ricos en fósforo y principalmente en calcio, los cuales, al llenar los espacios vacíos en la matriz colágena, le dan a esta una consistencia fuerte y la resistencia necesaria para soportar el peso del cuerpo y resistir, hasta cierto punto, las cargas adicionales que se generan ante golpes y caídas.
¿Cuál es la diferencia entre osteoporosis y osteopenia?
Osteopenia es otro término utilizado para referirse a la pérdida del calcio en los huesos. Sin embargo, no puede decirse que los dos términos son sinónimos. En ambas situaciones ocurre una pérdida de la masa ósea, debido en general a las mismas causas. La diferencia entre los dos vocablos radica en que osteopenia designa a un estado menos severo, en el que la pérdida del calcio no es tan notoria. Lo anterior implica que la osteopenia puede considerarse como un estado previo a la osteoporosis o como un factor de riesgo para el desarrollo de la misma.
¿Por qué hay ahora más gente con osteoporosis?
Existen varias razones por las cuales el problema de la osteoporosis es percibido en mayor proporción hoy en día en relación a lo que sucedía hace unas pocas décadas. En primer lugar, los avances en el conocimiento de los mecanismos por los cuales suceden algunos procesos como la formación y destrucción del hueso, hacen que el médico pueda sospechar la presencia de osteoporosis al identificar factores de riesgo o condiciones que sabe predisponen a ella. Esto puede ocurrir aún sin que la enfermedad se haya manifestado. En segundo lugar, el desarrollo tecnológico que ha permitido que salgan al mercado nuevos implementos y dispositivos para el diagnóstico. Por ejemplo, en la actualidad existen ya diversas maneras de cuantificar de una manera muy exacta la cantidad de calcio presente en el hueso de una persona.
Por último, es importante resaltar que el aumento global en la calidad de vida y el control efectivo de otras enfermedades, han permitido que la expectativa de vida aumente en el mundo de manera generalizada. Como consecuencia directa de esto, una mayor cantidad de la población llega hoy en día a la tercera edad, época de la vida en la que es más frecuente la osteoporosis.
¿Qué tan grave es la osteoporosis?
El trastorno en sí no es una entidad que pueda llevar a la muerte. Es decir, la deficiencia de calcio en los huesos permite a la persona continuar sus actividades de forma normal sin que ninguna otra función fisiológica se vea afectada. Esto no quiere decir que la osteoporosis no deba considerarse un trastorno grave por cuanto las limitaciones que imponen las lesiones secundarias, como las fracturas vertebrales, de fémur o de la muñeca, no sólo limitan a la persona en cuanto a su calidad de vida sino que pueden presentar complicaciones médicas serias que pueden incluso llevar a la muerte. Por este motivo, entre las estrategias de tratamiento de la enfermedad, además de las medidas dirigidas a restablecer el contenido de calcio en el hueso, deben implementarse conductas tendientes a la prevención de las caídas, tales como eliminar o evitar las superficies resbalosas, las escaleras empinadas, alfombras flojas o muebles inestables.
¿Por qué ocurre la osteoporosis?
Una serie de factores interaccionan para controlar la cantidad de calcio que es depositada en los huesos. Cuando alguno de ellos es alterado, el metabolismo del mineral se afecta y como consecuencia puede ocurrir que este deje de depositarse en la matriz colágena o incluso que sea retirado de allí para suplir otras necesidades en el organismo.
En estado normal, el mantenimiento de la masa ósea depende del balance entre la producción y la destrucción del hueso, eventos que simultáneamente se dan en todo el cuerpo. Esta permanente remodelación es influenciada por la cantidad de carga que los huesos soportan, tendiendo entonces a favorecer la producción en aquellos sujetos con mayor actividad física y la destrucción en las personas sedentarias. Además, algunas hormonas producidas por el tiroides, las glándulas paratiroideas, los ovarios y los testículos entre otros órganos, contribuyen de manera importante para que la cantidad de calcio en el hueso sea estable.
Por último, la presencia adecuada de la materia prima para elaborar tejido óseo, el calcio, determina también la cantidad de este elemento de la que puede disponer el hueso. La vitamina D, aunque no forma parte del tejido óseo es muy importante para la absorción de calcio en el intestino. Esta molécula es sintetizada en el riñón y para su activación depende de la luz solar, por lo que las personas con trastornos renales o poca exposición al sol, pueden sufrir también de osteoporosis.

Tabla 1
¿Quién está en mayor riesgo?
Cualquier persona a la que le sea identificada una alteración en alguno de los aspectos que controlan el metabolismo del calcio está en riesgo de presentar osteoporosis. Adicionalmente, ciertos grupos de población son más propensos a padecerla y por ende en ellos debe buscarse con más cuidado para poder detectarla y corregirla en sus etapas iniciales (tabla 1).
Por qué más mujeres padecen osteoporosis?
Por naturaleza los huesos del hombre presentan una densidad mayor y tienden a crecer más en la medida en que estos, por lo general, son más activos físicamente. La mayor masa muscular determina unas cargas igualmente superiores sobre los tejidos óseos y esto determina una mayor resistencia del hueso. Sin embargo, el factor que hace la gran diferencia entre ambos sexos es que los hombres no experimentan una pérdida sobita de la hormona estrógeno, como sí sucede a la mujer en la menopausia. Esta sustancia, una de las que se encarga de regular la entrada del calcio a la matriz colágena y al disminuir su producción, el hueso pierde grandes cantidades de calcio, haciéndose más propenso a presentar fracturas ante estímulos que en otras circunstancias serían considerados inocuos.
Lo anterior no quiere decir que la osteoporosis sea una enfermedad exclusiva de las mujeres. Las hormonas sexuales del hombre también sufren un descenso marcado pero este ocurre generalmente después de los 70 años. No obstante, la falta de actividad física, muy frecuente en la vejez en ambos sexos, es un factor de riesgo para el desarrollo de osteoporosis y es la razón principal para que en el hombre también ocurra este trastorno.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Para infortunio de muchos pacientes, la osteoporosis puede permanecer latente e incluso agravarse durante muchos años sin producir sintomatología significativa. sólo hasta cuando los huesos afectados sufren ya alguna alteración, comienzan a presentarse los síntomas.
Una de las manifestaciones más frecuentes son los dolores óseos crónicos, circunstancia que puede ser atribuída a la presencia de microfracturas. Es frecuente la pérdida de estatura debido a la compresión de las vertebras hace que estas se "adelgacen" con una disminución de sus medidas. Cuando el desgaste de estas structuras no es igual en todas partes, la forma normal de la columna se pierde dando lugar a curvaturas anormales y jorobas.

Sin embargo, la manifestación más frecuente y peligrosa de la osteoporosis son las fracturas, lesiones que pueden ocurrir en la persona afectada ante traumas muy leves e incluso de manera espontánea. Aunque cualquier hueso está expuesto, han sido identificadas tres áreas en donde son más frecuentes las fracturas de las personas con osteoporosis
¿La osteoporosis se puede prevenir?
Como en el caso de otras enfermedades, la osteoporosis es una entidad en la cual no existe mejor estrategia de tratamiento que la prevención. La persona que llegue a la edad madura con huesos fuertes, tiene una menor probabilidad de desarrollar la enfermedad. Nunca es tarde para iniciar las medidas preventivas, pero, como es apenas obvio, entre más temprano estas sean instauradas, el efecto será mayor. Medidas como la supresión del tabaquismo y el evitar el consumo excesivo de alcohol y cafeína estan asociadas con un menor riesgo de osteoporosis.
Sin embargo son dos las conductas que afectan el estilo de vida que más están relacionadas con la conservación de niveles de calcio altos en el hueso. En primer lugar, el mantenimiento de una actividad física adecuada durante toda la vida, mediante ejercicios que demanden una carga sobre mosculos y huesos, hace que la demanda sobre estas estructuras obligue al cuerpo a llevar más calcio al tejido óseo con el fin de fortalecerlo.

Figura 3. Algunos de los alimentos más ricos en calcio y que por lo tanto deben ser incluidos en la dieta desde los primeros años de vida para prevenir el desarrollo de osteoporosis.
En segundo lugar, el consumo adecuado de calcio en la dieta para responder a las necesidades de un hueso fuerte y sano, debe ser motivo de preocupación permanente de todo individuo de todas las edades. Los requerimientos de calcio son diferentes según los distintos grupos de edad .En el adulto joven no es necesaria una suplementación de la alimentación, siempre y cuando la persona conozca y consuma con frecuencia productos con elevado contenido de este mineral (figura 3).
¿Cómo se sabe que una persona sufre de osteoporosis?
Actualmente el médico dispone de métodos diagnósticos muy modernos para cuantificar en forma muy precisa la cantidad de calcio en los huesos (tabla 3). Ante la presencia de cualquiera de los síntomas mencionados o la identificación de alguno de los factores de riesgo conocidos, debe solicitarse alguno de ellos para confirmar o descartar el diagnóstico de osteoporosis.

Tabla 3
Hasta hace algunos años una radiografía simple era la única forma de advertir los cambios en el aspecto del hueso, sin que por esa vía se pudiera cuantificar la magnitud del defecto.
En la actualidad existe un método confiable denominado densitometría ósea, también basado en la utilización de rayos X pero con una tecnología mucho más sofisticada. Este examen permite medir el contenido de calcio de un hueso en particular.
Tecnologías modernas como la tomografía axial computarizada (TAC) o la resonancia magnética, también pueden ser útiles con este fin. Recientemente ha sido desarrollada una nueva técnica de ecografía (exámenes basados en el uso de sonidos, de manera similar a un radar), que puede ser aplicada en el talón del pie para estimar la pérdida de calcio en el hueso.
Al contrario de lo que puede pensarse, la medición de las concentraciones de calcio en la sangre no guarda relación confiable con la cantidad del mineral presente en el hueso.
¿Cómo se puede tratar la osteoporosis?
Las mismas medidas que se recomiendan para la prevención, es decir la buena ingesta de calcio y el ejercicio, se recomiendan como tratamiento de la osteoporosis ya establecida.

Figura 4. Ejemplo de algunos de los ejercicios para
fortalecer la espalda, importantes para prevenir la
ocurrencia de fracturas vertebrales debido a la
osteoporosis
Los ejercicios para fortalecer la espalda y mejorar la postura, son muy importantes para evitar las fracturas vertebrales, responsables de una buena proporción de la sintomatología dolorosa de la enfermedad (figura 4). Adicionalmente, el médico tiene a su disposición una variedad de medicamentos destinados a que el metabolismo del hueso regrese a lo normal, dando predominio a la formación de nuevo hueso sobre la destrucción del mismo (tabla 4).
Siendo la carencia de estrógenos la causa principal de osteoporosis en la mujer menopáusica, la reposición de estas hormonas es una de las principales herramientas para combatir esta enfermedad. La administración directa de preparados que contienen estrógenos conjugados, tratamiento conocido como suplencia hormonal, es una manera muy práctica de lograr el restablecimiento del equilibrio de la producción de hueso.

Tabla 4
Un segundo abordaje es la administración del grupo de medicamentos conocido como modificadores selectivos del receptor de estrógeno, fármacos que inhiben o estimulan la acción de los estrógenos según se necesite en diferentes enfermedades. En el caso de la osteoporosis, la misma acción benéfica de los estrógenos es estimulada por estos compuestos, fomentando la entrada de calcio al hueso.
Los bifosfonatos, son otro grupo que estimula la captación de calcio por el hueso aunque actuan sin modificar el receptor de estrógenos, mientras que otra hormona del cuerpo, denominada calcitonina, puede ser administrada en inyecciones o aspirada por vía nasal para cumplir el mismo objetivo.
El tratamiento específico de las complicaciones, como fracturas o dolores, requiere por supuesto el empleo de otras modalidades de tratamiento específicas para cada caso. Entre ellas resalta el manejo del dolor, que puede lograrse con el uso de analgésicos comunes.
¿Qué tan buenos son los suplementos de calcio?
Los suplementos de calcio tienen diferentes formas de presentación, pues el calcio debe combinarse para su absorción con otros elementos. La cantidad de calcio que cada uno aporta es diferente y por lo tanto debe ser el médico quien recomiende la cantidad y frecuencia de la toma de uno de estos suplementos. Cuando se sospecha que existe una necesidad de calcio superior al promedio como en los casos de una dieta deficiencia o requerimientos superiores como en la menopausia, es importante recurrir a este tipo de preparaciones.
¿Por qué se necesita más calcio después de la menopausia?
El requerimiento de calcio en la menopausia aumenta debido a que la ausencia de estrógenos en este período hace que el calcio tienda a salir de los huesos. Por ese motivo es necesario resarcir esas pérdidas mediante estrategias como la reposición de la hormona y el consumo aumentado del mineral.
¿Existe algún riesgo por tomar demasiado calcio?
El consumo excesivo de calcio puede traer como consecuencia una interferencia de la absorción de hierro y además favorecer el desarrollo de cálculos en el riñón. Por otra parte, el consumo de cantidades más elevadas de las que el organismo requiere para mantener el balance de este elemento en el hueso, no trae beneficios adicionales. Por esta razón, como en el caso de cualquier producto farmacéutico, es fundamental que el paciente no desatienda las indicaciones del médico, que está en capacidad de calcular las necesidades particulares de cada individuo.

Consejos prácticos
• Mantener una ingesta alta de calcio mediante la selección de alimentos ricos en este mineral.
• Asolearse con frecuencia, preferiblemente en horas de bajo impacto para evitar los riesgos de esta conducta. De esta manera se activa la vitamina D.
• Mantener un estilo de vida en el que la actividad física juegue un papel importante.
• Tomar medidas correctivas al inicio de la menopausia.
• Limitar el consumo de cigarrillo.
• Limitar el consumo de cafeína.
• Limitar el consumo de alcohol.
• Evitar las inmovilizaciones prolongadas. Deben iniciarse programas de rehabilitación temprana luego de una lesión o enfermedad.
• Cuando ya se padece el problema deben eliminarse los factores de riesgo para sufrir caídas como las superficies resbalosas y tapetes suelto y en caso de ser necesario, debe utilizarse el bastón para caminar.

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